
Noemí Coyopae, nombre de sonoridad ancestral, lo tomé prestado de una persona real, mis excusas por la apropiación. En un lenguaje simple, de acuerdo a su instrucción, Noemí registra en varios cuadernos, durante años, como transcurre la vida en el reducido círculo en que ella se desplaza. Esta es la razón de la ausencia de algunas personas y sucesos.
La narración está apegada lo más posible, a la historia. Sin embargo no debe ser considerada como un documento histórico.
El fin último de este diario, es registrar el paso de aquellos hombres y mujeres que, movidos por las ansias de habitar su propio espacio, unieron fuerzas y conocimientos –traídos desde el continente, desde el mar o desde la pampa– para levantar un pueblo, allí, donde no había casi nada.
Mi respeto y admiración para todos ellos.
La autora